14 de junio de 2010

El Fin

Poco a poco, nuestro universo se extingue. Miramos hacia la eternidad como si fuese un amante, tan lejano, unido a nosotros sólo por la esperanza de deshacernos de nuestra humanidad y ser algo más. La infancia, los sueños, la risa, el saber, el romance y la vida misma se desvanecen a un paso doloroso, consumidos por la oscuridad del tiempo.

Ahora sólo nos queda vivir y aceptar que nuestra humilde existencia tiene un fin. Más no hemos de dejar que eso nos detenga. Ahora es el momento de vivir; Ahora y siempre. Dejaré de cuestionar y esperar. Empezaré a actuar antes de sumergirme en el olvido y venceré al dolor, transformándolo en belleza, en arte. Y aunque llegue a su fin, mi existencia significará algo. Para mí es suficiente que me recuerde una persona como aquel que, a través de sus acciones, desafió a la eternidad y se atrevió vivir y amar.

Sólo me arrepiento de no haberme percatado antes... pero voy a cambiarlo. Voy a lograrlo. ¡Basta de lamentarse y culpar a otros! En mí existe la fuerza para romper mi humanidad e inmortalizarme en este universo. Haré que el regalo de la vida que se me ha otorgado signifique algo. Pero no puedo hacer esto sólo...

Ayudame a vivir, a existir y sé mi eternidad, pues ya eres mi vida.